The topic of mental health has been on everyone's lips in recent months. While the pandemic has highlighted its importance, it is something AGF has been concerned with for some time already.
Back in 2016, many of our Ontario colleagues had learned about the outstanding services provided at CAMH (Centre for Addiction and Mental Health), Canada’s largest hospital dedicated to mental health. The hospital had intervened directly to help the families of two of our employees, and we had already seen how vital their work was. In February 2018, Lindsay Roedding and I visited the Toronto campus of this pioneering institution, where we learned about the “workplace education” component it was developing. Later that year, we returned with Serge and Maxime Gendron and our OHS director at the time, to finalize our Foundation’s financial commitment to CAMH. We are in the process of reviewing this commitment to focus even more on corporate involvement in mental health.
CAMH's approach appealed to us: breaking down taboos simply by opening up the discussion. This is what we have decided to do. We followed CAMH's five key recommendations for creating a healthy, respectful workplace: create a long-term strategy that starts at the top, train our managers, customize our approach to our reality, better plan for the return to work after an absence due to a mental health issue and, lastly, assess our progress.
For the first of the recommendations, our president offered his full support, making mental health one of his top priorities. It was therefore easy to assemble a dedicated team of six people, combining resources from Health & Safety, HR and Communication, and to make room for mental health at AGF.
Our program has been in place for 18 months, and we’ve launched several initiatives for our various employee groups. I’d be lying if I said that implementing a program like this was easy! I will always remember the reaction of our managers the first time we spoke openly to them about how to deal with the distress caused by depression or anxiety. You could have heard a pin drop, and I bet some of them are still reliving the awkwardness of that moment. The conversation was necessary though, and it’s already much easier today to organize discussion sessions on preselected topics with the same people.
Mental health is an issue that concerns the individual, their inner circle, their company and the society in which they live. We have chosen to approach mental health in small, gradual steps, and it is assuming an increasingly central place in our company.
Desde hace varios meses, todo el mundo habla sobre la importancia de la salud mental. Aunque la pandemia haya resaltado su importancia, en AGF es algo que nos preocupa desde hace tiempo.
Ya en el 2016, varios de nuestros colegas en Ontario pudieron conocer el impresionante trabajo que ofrece el Centro de salud mental y adicciones (CAMH, por sus siglas en inglés), el hospital más importante dedicado a la salud mental en Canadá. El hospital auxilió directamente a la familia de dos de nuestros empleados y así constatamos que su trabajo era esencial. En febrero de 2018, visité con Lindsay Roedding el campus de Toronto de este hospital precursor, en donde nos hablaron del componente “educación en los medios de trabajo” que se estaba desarrollando. En el 2018, regresamos con Serge y Maxime Gendron y nuestro director de SST de la época para concretar un compromiso financiero de nuestra Fundación con el CAMH. Estamos revisando este compromiso para orientarlo todavía más hacia la participación de las empresas en lo tocante a la salud mental.
El enfoque del CAMH nos hizo reflexionar: romper los tabúes simplemente abriendo la discusión. Y eso es lo que decidimos hacer. Nos adherimos a las cinco grandes recomendaciones del CAMH para instaurar un medio de trabajo sano y respetuoso: crear una estrategia a largo plazo que provenga de la dirección ejecutiva, capacitar a nuestros gerentes, personalizar nuestro método en función de nuestra realidad, planificar mejor el regreso al trabajo de las ausencias debidas a problemas de salud mental y, finalmente, medir nuestro progreso.
Para la primera de las recomendaciones, nuestro presidente nos ha ofrecido todo su apoyo, haciendo de la salud mental una de sus prioridades de alto nivel. Por lo tanto, fue fácil crear un equipo dedicado de seis personas, combinando los recursos de Salud y Seguridad, Recursos Humanos y Comunicación, y darle un lugar a la salud mental en AGF.
Nuestro programa fue elaborado desde hace ya dieciocho meses y se lanzaron varias iniciativas para nuestros diferentes grupos de empleados. ¡Mentiría si dijese que la implantación de un programa como este fue fácil! Siempre recordaré la reacción de nuestros gerentes la primera vez que les hablamos abiertamente de la manera de manejar una situación de angustia causada por una depresión o ansiedad. Hubiésemos podido escuchar una mosca volar y apuesto a que todavía hoy ciertas personas reviven la incomodidad de ese momento. Sin embargo, la discusión era necesaria y hoy organizamos mucho más fácilmente las sesiones de discusión en torno a temas determinados de antemano con las mismas personas.
La salud mental es un asunto común entre un individuo, su entorno cercano, su empresa y la sociedad en la que evoluciona. Elegimos la estrategia de pequeños pasos y con tranquilidad; la salud mental toma un lugar cada vez más fundamental para nosotros.
